Durante más de un cuarto de siglo el Laboratorio PEAR adscrito a la Universidad de Princeton ha constituido un referente en lo que se puede hacer y cual debe ser el camino a seguir en el estudio científico de los fenómenos parapsicológicos. El Princeton Engineering Anomalies Research (PEAR) Lab o Laboratorio de Investigación de Anomalías en Ingeniería, fue fundado hace 28 años dedicando la linea principal de su investigación al estudio de los fenómenos de percepción extrasensorial y de telekinesis y su aplicación práctica en la interacción con sistemas electrónicos. Durante todo este tiempo, ciertamente, la mera existencia del PEAR ha incomodado a gran parte de la comunidad científica de la Universidad de Princeton, una de las universidades más respetadas del mundo. Según declaraciones de su fundador, Robert G. Jahn, el equipo de PEAR, con su equipo envejecido y con unos fondos que disminuyen, ha hecho todo lo que podía hacer en este tiempo.
Pero Robert G Jahn, de 76 años, no es ningún charlatan carente de formación científica. El profesor Jahn es Decano Emérito de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas. Es miembro de la Sociedad Americana de Física y del Instituto Americano de Aeronautica y Astronautica, donde ha podido ser Director de su Comité Técnico de Propulsión Eléctrica. Ha recibido el Premio de Investigación Curtis W. McGraw de la Sociedad Americana de Educación en Ingeniería y es Doctor en Ciencias por la Universidad de Andrha.
"Si después de todos los resultados obtenidos la gente no confia en nosotros entonces nunca lo conseguiremos", declaró al New York Times.
Las actividades de investigación del laboratorio, que llegó a obtener hasta 7.69 millones de euros, se centraron sobre todo en la interacción hombre-máquina y sus posibles aplicaciones prácticas. Un resumen del resultado de su programa de investigación puede verse en el siguiente documento PDF:
Seguramente gran parte de las razones del cierre de sus actividades se deba, aparte de las presiones externas, a la edad del Profesor Jahn, quien quizás no se vea capaz de liderar la investigación durante más tiempo. En el web site del PEAR se anuncia que el laboratorio no desaparecerá del todo, ya que se integrará, aunque ya fuera de la Universidad, a una asociación sin animo de lucro, el Laboratorio Internacional para Investigación de la Conciencia, que sigue una linea de investigación muy seria y depurada. De hecho el ICRL (por sus siglas en inglés) partió del propio PEAR en 1996 como una entidad externa que podría apoyar las actividades del laboratorio PEAR. El ICRL desarrolla una aproximación a los fenómenos anómalos multidisciplinar y menos centrada en los aspectos mecánicos, que eran el leiv motiv del PEAR.
Esperemos que el cambio generacional no afecte y que la semilla del PEAR sirva para continuar la investigación rigurosa, puramente científica, de los fenómenos anómalos.
Pero Robert G Jahn, de 76 años, no es ningún charlatan carente de formación científica. El profesor Jahn es Decano Emérito de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas. Es miembro de la Sociedad Americana de Física y del Instituto Americano de Aeronautica y Astronautica, donde ha podido ser Director de su Comité Técnico de Propulsión Eléctrica. Ha recibido el Premio de Investigación Curtis W. McGraw de la Sociedad Americana de Educación en Ingeniería y es Doctor en Ciencias por la Universidad de Andrha.
"Si después de todos los resultados obtenidos la gente no confia en nosotros entonces nunca lo conseguiremos", declaró al New York Times.
Las actividades de investigación del laboratorio, que llegó a obtener hasta 7.69 millones de euros, se centraron sobre todo en la interacción hombre-máquina y sus posibles aplicaciones prácticas. Un resumen del resultado de su programa de investigación puede verse en el siguiente documento PDF:
Seguramente gran parte de las razones del cierre de sus actividades se deba, aparte de las presiones externas, a la edad del Profesor Jahn, quien quizás no se vea capaz de liderar la investigación durante más tiempo. En el web site del PEAR se anuncia que el laboratorio no desaparecerá del todo, ya que se integrará, aunque ya fuera de la Universidad, a una asociación sin animo de lucro, el Laboratorio Internacional para Investigación de la Conciencia, que sigue una linea de investigación muy seria y depurada. De hecho el ICRL (por sus siglas en inglés) partió del propio PEAR en 1996 como una entidad externa que podría apoyar las actividades del laboratorio PEAR. El ICRL desarrolla una aproximación a los fenómenos anómalos multidisciplinar y menos centrada en los aspectos mecánicos, que eran el leiv motiv del PEAR.
Esperemos que el cambio generacional no afecte y que la semilla del PEAR sirva para continuar la investigación rigurosa, puramente científica, de los fenómenos anómalos.
1 comentario:
Me uno a su pensamiento, enfocado en el deseo de que la investigacion continue con renovado brio en la nueva institucion.
Gracias por informar sobre el acontecimiento, permitiendo que podamos contribuir con la fuerza de nuestro espiritu al sostenido esfuerzo. Seguramente en esta vuelta de la espiral, la vision sera aun mas abarcadora...
Sandra Rodriguez
San Juan, Puerto Rico
sarodgz@gmail.com
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